Impulsando a México

Nov-Dic, 2013  |  Administración

Empresas mexicanas que, con ideas y raíces fuertes, se convirtieron en casos de éxito

Un modelo de negocios exitoso requiere de constancia y buenas ideas, y las empresas mexicanas son un excelente ejemplo, ya que se han abierto paso entre toda la cadena de grandes corporativos, gracias a sus productos y/o servicios innovadores de la mejor calidad.

Es importante tomarlas como modelo de gestión empresarial respecto a estándares, prácticas y procesos, gracias a que manejan con claridad conceptos indispensables y significativos, tanto para iniciar como para mantener un proyecto avante. Algunos de ellos son su administración, sus fortalezas, el liderazgo, las oportunidades que buscan y toman, y el afianzamiento de sus clientes; es decir, el gobierno corporativo.

Las pequeñas y medianas empresas (pymes) contribuyen en gran medida al desarrollo de un país, incluso a nivel regional, debido a su facultad de crecimiento y expansión, además de apoyar la generación de empleos y la sustentabilidad. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), de los 4 millones 15 mil empresas que existen en México, las pymes representan un porcentaje del 99.8, las cuales contribuyen con un 72 % del empleo y con el 52 % del Producto Interno Bruto (PIB).

Durante todo el proceso de la creación de una empresa existen algunos inconvenientes que habrá que tomar en cuenta y, por supuesto, hacerles frente a lo largo del curso del levantamiento y crecimiento de la misma.

A continuación mencionaremos casos de empresas mexicanas bien posicionadas que comparten la misma filosofía: una idea sencilla y trabajo constante.

La ciudad con reconocimiento mundial

“La Ciudad de los Niños” es el nombre con el que comenzó esta empresa de administración cien por ciento mexicana, en el año 1999. En este lugar, los niños de entre 2 y 16 años de edad juegan a desempeñar los roles de un adulto en una ciudad donde se representan los diversos sectores, de los que se desprenden hasta noventa profesiones. Cabe destacar que todas las capacitaciones para quienes adquieren franquicias, se realizan en México.

Para Xavier López Ancona, Presidente de la ahora llamada “Kidzania”, lo primordial es que las ideas surjan de las experiencias; que cubran una necesidad, que en este caso, fue como un concepto innovador en entretenimiento que se basa en el aprendizaje de los niños; y sobre todo, encontrar gente que ayude a la consolidación del proyecto cuando se cuenta con poco capital.

En su caso, los trabajos en los que se desempeñó durante su juventud lo llevaron a adquirir experiencia tanto en estrategia como en el reconocimiento de personas que pueden hacer crecer un negocio.

Cuando por fin pensó en independizarse, recurrió a realizar un estudio de mercado acerca de alternativas de negocio; aún con esto, nadie, excepto él y su amigo y socio Javier Laresgoitia, creyeron en su proyecto, a pesar de que estaba bien estructurado y fundamentado. Es por esto que solo pudieron comenzar con una inversión de 600 mil pesos y con el financiamiento que aportaron conocidos. En esta etapa también conformaron la razón social y fijaron el objetivo central.

Posteriormente, comenzaron a vender esta idea, bajo el esquema de un negocio rentable, a quien pudiera otorgarle prestigio, soporte y credibilidad; es decir, patrocinadores.

“Kidzania” se ha establecido en Japón y actualmente, como modelo de franquicia, cuenta con catorce parques infantiles en Sudamérica, Europa y Medio Oriente.



Figura 1. Clasificación de las empresas de acuerdo con la Secretaría de Economía de México.
Fuente: Elaboración propia con datos del INEGI.


Un café muy querido

Con una gran idea. Así, comenzó “Cielito querido café”, un concepto mexicano en el que los amantes del café interactúan directamente con una empresa de excelente calidad.

Fue en 2010 que Grupo ADO, vislumbró una oportunidad de negocio tras la realización de un estudio de mercado en el cual, el director, Hugo Landa identificó concepciones olvidadas por otras empresas; tales como la peculiaridad de lo que en España llaman tienda de ultramarinos, donde los consumidores encuentran varios productos en un solo lugar; por lo que además de café, se puede consumir desde agua de horchata o el clásico ponche, hasta dulces típicamente mexicanos como los muéganos y las palanquetas.

Sin embargo, entrar a un mercado liderado por la grande Starbucks no fue sencillo, ya que competir a ese nivel cuando se está comenzando conlleva muchos y variados retos. El primero al que se enfrentaron fue darse a conocer con este innovador diseño, lo que en gran parte ahora identifica este lugar, además de un estilo que rescata la cultura popular adecuándolo a lo contemporáneo. Fue así como poco a poco se ganaron un lugar entre los consumidores mexicanos.

Para ponerse en marcha, comenzaron con la apertura de tres sucursales, posteriormente, planearon la de diez más con una inversión de entre tres y cinco millones de pesos a recuperar en cinco años. Esto debido a que Santiago Alanís, socio de esta empresa, consideró que el modelo de negocio no se sostiene únicamente con diez sucursales. En la actualidad, en el Distrito Federal ya alcanzan veinte sucursales, contando las del Estado de México; su plan de expansión abarca Nueva York y París con el objetivo de “buscar uno en cada barrio”.

Cabe destacar que el diseño del concepto es primordial en su perspectiva de crecimiento, ya que una identidad e imagen propia que remitiera a lo mexicano son su sello característico, tanto en el mobiliario como en los empaques, lo que llevó a que un portal londinense lo reconociera como nueva propuesta alrededor del mundo.

Expresión a la moda

Hoy cuenta con dieciocho sucursales, diez de ellas franquicias, con más de ochenta empleados y una venta de quince mil prendas al mes; sin embargo, para llegar a esto, Miguel Ángel Rodríguez, creador de la marca “Ay Güey!”, pasó por diversas situaciones.

Por supuesto, como en los casos anteriores, todo surgió cuando él determinó que los souvenirs que se vendían en México debían ser más que los productos convencionales que, en algunas ocasiones, carecen de gran calidad y se suman a los clásicos diseños de siempre. Fue por eso que comenzó con un negocio de playeras en el Bazar Perinorte, y gracias a su innovadora idea propuesta, posteriormente se expandió a Perisur y a Mundo E.

Durante esta etapa encaró vicisitudes con sus socios al no compartir lo que querían como empresa, lo que le permitió comprender que involucrarse en cada proceso de un negocio nunca debe omitirse. Igualmente luchó contra la desconfianza que en ocasiones genera lo hecho en México y con la “problemática” de la connotación del nombre.

El concepto de “¡Ay Güey!”, gira en torno a rescatar lo mexicano, recuperando personajes y refranes típicos, con los cuales crea sus colecciones. El diseño de sus tiendas también corrió a su cargo, para lo que se valió de la artesanía para decorarlas, lo que devino en el hecho de que contratara a los artesanos y así, enriquecer la oferta de productos.

Luego de un largo proceso, Miguel Ángel ve su idea hecha realidad; su línea ya no solo abarca playeras sino jeans, tenis, cinturones, bolsas, muñecos de resina, agendas y hasta una colección infantil. Su plan de expansión contempla una tienda virtual en la que venderá a Estados Unidos y la inaguración de algunas sucursales en Los Ángeles, Nueva York, Chicago, San Francisco y San Diego, sumándose a las de San Luis Potosí, Cancún, Puerto Vallarta, Querétaro, Puebla, Guanajuato, Distrito Federal, Estado de México, Oaxaca y Baja California.

Emprender lo es todo

Para poder iniciar un negocio no siempre es necesario formular una gran idea para después convertirla en un modelo rentable, en ocasiones se necesita correr riesgos y apostar por aquellas empresas que ya no pueden sostenerse económicamente.

El más claro ejemplo de esto es el empresario pyme mexicano Edgardo Schroeder, quien después de ser uno de los distribuidores de la firma francesa de cosméticos “Gisele Delorme” adquirió dicha empresa al enterarse que atravesaba por conflictos económicos.

Después de una ardua labor, de ocho años, para posicionar la marca en México se enteró que accionistas chinos adquirirían la empresa y, ante el temor de perder la calidad que manejaban, decidió asumir el riesgo de comprar la marca. No solo rescató a la firma, sino que la ha hecho crecer en el mercado extranjero mediante un sistema de franquicias.

Para el empresario la selección de franquicias es clave, en la actualidad cuenta con 5 establecimientos en México, además de las siete previamente establecidas en Francia. Su plan de expansión al mercado latinoamericano incluye a Colombia, Ecuador, Chile y Brasil.

Entre las nuevas empresas mexicanas que ya están marcando un hito podemos mencionar ”La Marmita”, empresa que elabora productos 100 % naturales y hechos a mano como rompope, licor de café, mermelada, mazapanes, enjambres y confitería.

Desde que inició operaciones en el año 2002, entre sus objetivos ha estado el tener como colaboradores a personas de la tercera edad a quienes María Irma Romero González, directora, les ha ofrecido una oportunidad de desarrollo. También, reconoce que un aspecto que ayudó a levantar su negocio fue el uso de las nuevas tecnologías, porque tener una página de internet le ha brindado la oportunidad de recibir más pedidos.

Sus productos ya pueden encontrarse en la tienda del jardín botánico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y en Casa Mejicú, por ejemplo, y entre sus planes está un proyecto de exportación a Canadá de chiles adobados.

Otro modelo es el de “Teen-Is”, de Sandra Ávila, empresa que surgió a raíz de una foto que subió a Facebook mostrando unos tenis que diseñó. Desde entonces, fueron varias personas quienes se interesaron en su idea de tenis personalizados, con lo que ella decidió poner en marcha un negocio propio que a través de una página de internet en dicha red social, obtuvo hasta mil “me gusta” en una semana. Conforme se desarrolló, buscó que sus productos incluyeran el autógrafo de diversos grupos de música, además de incluir el código “QR”. Tan grande fue el interés que generó, que una marca de refrescos decidió realizar un comercial publicitando este concepto.

A la fecha, sus productos se comercializan en el establecimiento Rebel Shop y a través de correo electrónico, con un sistema de pagos para consumidores, incluso de Estados Unidos, y el plan de abrir pronto una tienda virtual.

Respecto a negocios sustentables tenemos “Siempre verde”, empresa dedicada a la renta de árboles de navidad naturales en maceta, los cuales se entregan y recogen a domicilio, a consideración del cliente, al iniciar y finalizar la época navideña para que vuelvan a plantarlo.

Inicialmente, vendieron mil quinientos árboles en tres días, cifra que se multiplicó al año siguiente, aunque para Juan Carlos y Grabriel Cortina, creadores de este concepto innovador, fue complicado lidiar con la demanda, al alcanzar los cinco mil.

Sin embargo, ya abrieron una sucursal de árboles naturales en las que también pueden adquirirse adornos, macetas y cubremacetas; agregando que ya son seis los socios que se unieron al proyecto.

El reto para ellos será competir con la creciente ola de empresas de su tipo.

Además de la satisfacción al cliente cubriendo sus necesidades, que es lo primordial, estas empresas exitosas buscan llegar a más consumidores valiéndose del ingenio y de la creatividad superando cualquier obstáculo, ya sea monetario o hasta ideológico como lo vimos en el caso de “Ay Güey”; estas barreras son solo oportunidades que se presentan para otorgar al empresario mayor y mejor experiencia para enfrentar las adversidades en un mercado cada día más exigente, el cual está dispuesto a pagar a cambio de productos de calidad y servicios de primera, donde el cliente siempre sea el motivo de mejora.


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