La industria del plástico en México

Sep-Oct, 2011  |  Sustentabilidad

Aunque la historia del uso de los polímeros tiene siglos de antigüedad, la de los plásticos comienza con la síntesis del celuloide (años 1860’s) y se desarrolla con la descripción de las macromoléculas (1920); pero es hasta hace dos décadas que la problemática por el uso de estos materiales se hace indiscutiblemente evidente y se extiende la preocupación por encontrar alternativas menos agresivas hacia la salud ambiental y humana.

Los plásticos tienen ventajas y beneficios importantes sobre otros materiales, sin embargo existe un debate muy intenso en relación a sus efectos medioambientales; efectos ligados fuertemente con la materia prima de producción -el petróleo-, su alta persistencia en el ambiente y el consumo extendido a nivel mundial.

Hablando de aplicaciones, no existe un material más “flexible” que el plástico; tiene usos en diversas áreas, desde vestido hasta ingeniería aeroespacial. Para México, los porcentajes de usos más comunes se muestran en la Figura 1.

Figura 1. Usos más comunes de los plásticos en México y sus porcentajes. Elaboración propia con datos del INEGI.


A pesar de la diversidad de la industria del plástico, la contaminación producida puede ser descrita en términos generales para la mayoría de las operaciones de manufactura como:

1) Mal manejo de insumos químicos durante, y posterior a la aplicación de solventes o aditivos.

2) Descarga de aguas residuales durante procesos de calentamiento, enfriamiento, limpieza y acabado.

3) Desperdicio/pérdida de pellets plásticos antes y durante el proceso de moldeo.

4) Uso de materias primas poco amigables como monómeros provenientes del petróleo, y alto consumo energético durante la producción.

A continuación se describen algunas acciones tendientes a resolver los puntos anteriores:

En relación al punto número uno, que es de los problemas más importantes y extendidos de la industria de los plásticos, es posible reducir o eliminar el problema del mal manejo de productos químicos, implementando diversas herramientas (Figura 2).

Figura 2. Acciones potenciales para disminuir el impacto medioambiental por insumos químicos.


Para las descargas de agua (punto número dos), podemos mencionar la separación de aguas residuales en diversas etapas de la producción de plásticos y su posterior tratamiento. Algunas empresas se dedican a analizar y tratar aguas de acuerdo con su contenido específico.

El punto de desperdicios y pérdidas parece sencillo, pero no lo es, ya que en el día a día la industria del plástico desperdicia gran parte de la materia prima sin que si quiera logre entrar al proceso de producción; para disminuir este problema es necesario que se implementen políticas y planes de ahorro hasta que se logre un mínimo de desperdicio (idealmente cero).

Por último, el uso de materias primas más amigables, es uno de los temas más sensibles, ya que en México gran cantidad de la manufactura de productos derivados de plástico proviene de PyMes en las cuales la sustitución de materiales o equipo es prácticamente inaccesible; por ello la regulación es aún incompleta y, por lo menos en el D.F., se implementan apoyos para sustituir, paulatinamente y hasta donde sea posible, los insumos y maquinaria convencionales (Ley de Residuos Sólidos del D.F.).

Es importante aclarar que el impacto ambiental puede estar dado en muchos sentidos; por ejemplo el uso de materias primas que compiten por disponibilidad en el mercado de alimentos; aditivos y productos para degradación de plásticos que aún no han sido correctamente evaluados; modificación de suelo y acuíferos por productos de degradación de plásticos, etc. Sin embargo existen tecnologías que parecen más prometedoras en cuanto a su impacto al medio ambiente, como el uso de peroxidasas en lugar de formaldehido durante la síntesis de resinas fenólicas; la limpieza de envases plásticos para su reúso; plásticos que son completamente degradables como los ácidos poliláctidos, los poliésteres alifáticos, los polisacáridos y copolímeros derivados de ellos y los polihidroxialcanoatos (PHA); así como nuevas tecnologías de reciclado y reúso; habrá que evaluar su desempeño de manera global, considerando las externalidades y subproductos a lo largo de todo el ciclo de vida. Es importante señalar que la producción y uso de tecnologías como las anteriormente mencionadas, representa, por un lado un costo elevado (la diferencia de precios puede ser hasta 15 veces mayor en relación con plásticos convencionales); y por otro, constituye una oportunidad para las PyMes que están dispuestas a acceder al mercado con productos de alto valor agregado, promover un mercado especializado y generar oportunidades de vinculación tecnológica.

Aunado a las tecnologías actuales, existe una práctica que puede ser de gran ayuda: la ecoeficiencia, que consiste en una serie de acciones sistemáticas que las empresas pueden adoptar para mejorar y alcanzar sus objetivos medioambientales. Ésta práctica propone parámetros que permiten hacer un diagnóstico inicial y elegir acciones orientadas a cumplir los objetivos.

La ecoeficiencia propone medir los siguientes parámetros medioambientales:

• Consumo total de materias primas por tipos.

• Porcentaje de materias primas utilizadas que son residuos (procesados o no).

• Consumo directo de energía, desglosado por fuentes primarias.

• Impactos en la biodiversidad derivados de las actividades.

• Emisiones de gases efecto invernadero.

• Utilización y emisiones de sustancias reductoras del ozono.

• Óxidos de nitrógeno, óxidos de azufre y otras emisiones atmosféricas.

• Cantidad total de residuos.

• Vertidos de sustancias químicas, aceites y combustibles de importancia.

• Proporción recuperable de los productos al final de su vida útil.

• Proporción de productos recuperados.

• Episodios y multas por el incumplimiento de las normativas ambientales.

Otras guías de importancia son las normas. En México contamos con la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos y la Ley de Residuos Sólidos del D.F. A nivel internacional y extranjero están las normas ISO 14000, normas EN, normas DIV V54900 y las pruebas ASTM, estas últimas permiten determinar la capacidad de degradación, de biodegradación y de compostabilidad de un material.

Las opciones para mejorar el desempeño ambiental de la industria del plástico son variadas; lo más importante es hacer un diagnóstico inicial, contemplando el ciclo de vida de los productos y las implicaciones económicas, y con base en ello, proponer soluciones.

Etiquetas: 

Deja un comentario

Todos los comentarios pasan por un proceso de validación antes de ser publicados.


Deseo recibir información