Biotecnología e industria farmacéutica

Mar-Abr, 2012  |  Estudios de mercado

Un contraste: México y el mundo

Desde hace miles de años el ser humano ha hecho uso de la biotecnología, que puede ser descrita como la aplicación de procesos biológicos a actividades productivas, por ejemplo en la obtención de pan, cerveza y queso. Sin embargo, la biotecnología moderna nace con la modificación genética, lo que abre una ventana de posibilidades antes impensadas, que probablemente pueden brindar soluciones a problemas en materia de salud, alimentación e industria limpia.

LA BIOTECNOLOGÍA EN EL MUNDO

Alemania, E.U.A., Australia, Canadá, Reino Unido, Italia y Bélgica, son algunos de los países que llevan la delantera en biotecnología. Hablando de inversión en investigación y desarrollo biotecnológico, el sector industrial en estos países gasta en promedio 1,333 millones de USD anualmente.

Los principales campos de aplicación a nivel mundial son: la agricultura y la salud, esta última con una ventaja importante en cuanto a número de empresas. Existen países como Reino Unido, Austria, Bélgica, Italia y Estonia en que más del 60% de las empresas biotecnológicas están dedicadas a esta área.

Hasta 2010, en ningún país existían más empresas biotecnológicas por campo de aplicación que aquellas dedicadas a la investigación en productos para la salud. Quizá los países que tienen una proporción más equilibrada son Sudáfrica y España. En Sudáfrica, el porcentaje de empresas en salud (39%) y agricultura (37%) es muy parecido; mientras que en España el porcentaje de empresas biotecnológicas dedicadas a alimentos y bebidas (29.5%) y a la salud (37.6%) varía únicamente en un 8.1%.

A nivel mundial, un gran porcentaje de las empresas biotecnológicas cuenta con menos de 50 empleados. Por ejemplo en Nueva Zelanda, Sudáfrica, Estonia, Reino Unido, Alemania, España y Polonia más del 80% de empresas son PyMEs; mientras que en Japón, poco más del 40% está representado por pequeñas y medianas empresas, un porcentaje nada despreciable (Figura 2).

Figura 1. Empresas biotecnológicas en países seleccionados, por campo de aplicación. Datos más recientes, publicados por OCDE 2011.


En cuanto a registro de patentes, E.U.A. es el responsable del 41.5% de registros vía Tratado de Cooperación en materia de Patentes (PCT, que tienen importancia a nivel mundial), seguido de Japón con un 12%, Alemania (7%) y Francia (5%). Cabe mencionar que China aporta un 2%, Brasil un 0.38% y México apenas un 0.1% (Figura 3). Si a los datos anteriores se suma el crecimiento que China está teniendo en inversión en biotecnología, es de esperarse un crecimiento muy importante en la participación de este país.

LA BIOTECNOLOGÍA EN MÉXICO

A finales de la década de los 70 se comenzó a considerar que la biotecnología tendría grandes repercusiones en el desarrollo económico, se planteó además como un motor de crecimiento para países en vías de desarrollo. México atendió a estas opiniones y, a partir de los años 80, comenzó diversas actividades para no dejar pasar la “gran oportunidad”. Sin embargo, a pesar de grandes esfuerzos y éxitos, la biotecnología en México avanza lentamente.

Actualmente existen en el país cerca de 200 líneas de investigación dedicadas a biotecnología y diversas e importantes instituciones especializadas como el Instituto de Biotecnología de la UNAM, el Centro de Investigación en Biotecnología Aplicada (CIBA), la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Biotecnología (UPIBI) y el CINVESTAV del IPN, el Centro de Biotecnología del Tecnológico de Monterrey, entre otras.

Figura 2. Participación de PyMEs biotecnológicas en principales países. Datos más recientes, publicados por OCDE 2011.


Dentro de los retos más importantes está la estimulación a la propiedad industrial, donde México continúa muy por debajo de países como Brasil. En una breve revisión de las patentes otorgadas de 2002 a la fecha en el área de la biotecnología y sus áreas afines -considerando algunas de las más importantes clases de la Clasificación Internacional de Patentes (CIP) para biotecnológicos-, encontramos que de las 1709 fichas en el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), únicamente 28 (es decir el 1.6%) corresponde a inventores mexicanos. A este respecto, es importante la vinculación universidad-sector productivo, la asesoría en el diseño y seguimiento de estrategias para protección intelectual y para la selección de líneas de investigación prometedoras y aplicables.

Además existe una centralización importante de la investigación, la cual se concentra en ciudades como D.F., Cuernavaca, Monterrey y Guadalajara, principalmente dirigida por instituciones de educación superior.

Hay que destacar que, si bien México cuenta con importantes instituciones públicas que realizan investigación biotecnológica, también hay diversas empresas que han aportado un impulso relevante a esta industria: Instituto Bioclon, Laboratorios CryoPharma, Probiomed, PISA, Farmacéutica Rayere, entre otras.

En México existe una industria farmacéutica estable, con un mercado interno sólido. Así mismo, la industria de alimentos es una de las más grandes dentro del sector secundario (con un 17% del PIB manufacturero). Además, muchos de los procesos de última generación para mitigar impactos negativos al medio ambiente provienen de desarrollos en biotecnología; es decir, existe un mercado potencial enorme que la biotecnología podría aprovechar.

Con este panorama, resulta imperativo que tanto el gobierno, como la industria, la sociedad y la academia trabajen conjuntamente para mejorar las condiciones nacionales, donde la biotecnología pueda desarrollarse, siempre conscientes de que cualquier tecnología trae consigo riesgos, muchos de los cuales se detectan años después de que ha sido introducida al mercado, principalmente en modificaciones genéticas.

Figura 3. Participación por países de patentes biotecnológicas vía PCT, países seleccionados. Datos más recientes, publicados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) 2011.


La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) predice que para el año 2030, la biotecnología estará detrás del 35% de todos los procesos industriales, del 50% de la producción agrícola y del 80% de la obtención de medicamentos. Ante este escenario, debemos estar siempre atentos a las tecnologías, productos, investigaciones, a las instituciones gubernamentales y científicas, y a las empresas biotecnológicas para encontrar una buena oportunidad sustentable de desarrollo nacional de esta industria.

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