¿Sabías que el mismo principio que usan las luciérnagas permitirá que existan pantallas enrollables para celulares?

Las luciérnagas tienen en el interior de su cuerpo un material orgánico luminiscente, el cual nos permite ver la colina llena de luces fugaces. Con este mismo principio funcionan los OLED (acrónimo inglés de organic light-emitting diode), es decir un LED orgánico. Pero primero, ¿qué es un LED?

Los LEDs (Light-Emitting Diode) son componentes electrónicos que permiten la circulación de la corriente eléctrica transformándola en luz, son los típicos foquitos rojos en los indicadores de encendido de los equipos electrónicos.

Un OLED funciona con el mismo principio que los LED, pero está formado por una película de componentes orgánicos que emite luz ante estímulos eléctricos. En pocas palabras, es un tipo de recubrimiento que puede emitir luz por sí misma.

Gracias a esta propiedad los OLED ya están siendo utilizados para crear pantallas flexibles; aunque todavía se encuentran a nivel de prototipo, en un futuro cercano podrán ser empleados en diferentes dispositivos de electrónica altamente móviles, como los smartphones y las tabletas. Incluso se plantean nuevos usos: imagina una pantalla que pudiera ser doblada como un periódico o revista, o celulares en forma de brazaletes con pantallas táctiles, que podrán ser usados sobre la muñeca.

Esta nueva tecnología, se encuentra aún en desarrollo y está en búsqueda de nuevos materiales; en este contexto los denominados plásticos electrónicos presentan retos inesperados para la química de alto diseño.