También pagará a sus propietarios entre 5,100 y 10,000 dólares por los perjuicios causados
Volkswagen aceptará resolver demandas de usuarios y denuncias del gobierno estadounidense de que manipuló las pruebas de emisiones al tomar medidas que le costarán 14,700 millones de dólares.
Las condiciones del acuerdo judicial fueron dadas a conocer este martes en documentos presentados a la corte federal de San Francisco.
VW pagará algo más de 10,000 millones de dólares para recomprar o reparar los vehículos diésel tramposos. También pagará a sus propietarios entre 5,100 y 10,000 dólares por los perjuicios causados.
La empresa alemana debe pagar 2,700 millones a los gobiernos por los daños ambientales y gastar otros 2,000 millones en investigaciones en Estados Unidos para producir vehículos sin emisiones.
Volkswagen ha confesado que sus motores de 2 litros estaban programados para tener los controles de emisiones prendidas durante las pruebas y apagarlos cuando salían a la calle. Los abogados aún negocian acuerdos para otros 80,000 vehículos que contienen motores diésel de 3 litros. Tardó siete años hasta que las autoridades se percataron de la trampa.
Como parte del acuerdo, la empresa deberá ofrecer comprar la mayoría de los automóviles defectuosos, o cancelar sus contratos. Ello es porque, según documentos judiciales entregados el martes, no hay actualmente un mecanismo de reparación que pueda adaptar los vehículos a las normas anticontaminación del gobierno estadounidense. Si VW propone algún mecanismo de reparación, tiene que ser aprobado por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) y la Agencia Anticontaminación de California.
Los propietarios que deseen que VW les compre su automóvil recibirán el valor de antes de que estalló el escándalo el 18 de septiembre del 2015. El valor promedio de un vehículo VW a diésel se ha reducido en 19% desde que estalló la controversia. En agosto del 2015, el precio promedio era de 13.196 dólares; en mayo de este año era de 10.674 dólares, según Kelley Blue Book.
Si VW logra elaborar un mecanismo de reparación que cumpla con los estándares ambientales de la EPA y los de la agencia californiana, lo más probable es que sea a costa de la capacidad de aceleración del vehículo y su eficacia en uso de combustible. Volkswagen había vendido los vehículos con la promesa que eran los más eficaces en el uso de combustible y con mejores mecanismos comparados con los que usan gasolina regular.
Los abogados dicen que es el juicio colectivo relacionado con la industria automotriz más grande de la historia estadounidense.
Fuente: AP
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