Un posible acuerdo para adquirir Intel podría impulsar la diversificación de Qualcomm; sin embargo, también enfrentaría un riguroso escrutinio antimonopolio a nivel global, ya que fusionaría a dos de las principales empresas de chips.
Un posible acuerdo para que Qualcomm adquiera Intel podría impulsar su diversificación, aunque también le cargaría una división de fabricación de semiconductores que actualmente genera pérdidas y que podría ser difícil de recuperar o vender, según analistas.
Esta adquisición enfrentaría un intenso escrutinio antimonopolio a nivel mundial, ya que fusionaría a dos empresas clave del sector de chips en lo que sería la mayor transacción en la historia de la industria, creando un gigante con una fuerte presencia en los mercados de teléfonos inteligentes, computadoras personales y servidores.
Las acciones de Intel subieron un 3% antes de la apertura del mercado el lunes, tras los informes de que Qualcomm estaba considerando esta adquisición. Bob O’Donnell, fundador de TECHnalysis Research, afirmó que, aunque la propuesta tiene sentido desde una perspectiva de producto, la probabilidad de que ocurra es baja, ya que Qualcomm probablemente no quiera adquirir todo Intel.
Intel, una vez líder en la industria de semiconductores, atraviesa uno de sus peores momentos en cinco décadas, con crecientes pérdidas en su unidad de fabricación por contrato, y su valor de mercado ha caído por debajo de los 100 mil millones de dólares. En comparación, Qualcomm tiene una capitalización de mercado de alrededor de 190 mil millones de dólares. Dado que Qualcomm tiene cerca de 7,770 millones de dólares en efectivo, se espera que el acuerdo se financie principalmente con acciones, lo que podría preocupar a sus inversores.
Bajo la dirección del CEO Cristiano Amon, Qualcomm ha intentado diversificarse más allá de los teléfonos inteligentes, explorando sectores como la industria automotriz y las computadoras personales, aunque sigue siendo dependiente del mercado móvil. Este no sería el primer intento de Qualcomm de realizar una gran adquisición, ya que en 2016 intentó comprar NXP Semiconductors por 44 mil millones de dólares, pero la oferta fracasó.
A diferencia de Intel, que diseña y fabrica sus propios chips, Qualcomm no opera fábricas y subcontrata a empresas como TSMC. Los analistas cuestionan la capacidad de Qualcomm para manejar el negocio de fabricación de Intel y consideran que otras opciones de inversión externa podrían ser más adecuadas. Intel ha obtenido subvenciones y préstamos por 19.500 millones de dólares del gobierno de EE. UU. para ampliar sus instalaciones, y algunos analistas creen que la compañía preferiría inversiones externas en lugar de una venta total. Qualcomm podría optar por adquirir partes específicas del negocio de Intel, como su unidad de diseño de PC.
Fuente: Reuters
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