Las operaciones de la compañía cayeron 0.3% previo a la apertura del mercado
Boeing dijo este miércoles que incurrió en cargos de 4,500 millones de dólares en el cuarto trimestre por los retrasos de su programa 787, lo que oscureció el tan esperado regreso del fabricante de aviones estadounidense a un flujo de caja positivo impulsado por el rebote de las entregas del 737 MAX.
Las acciones de la compañía caían un 0.3% en las operaciones previas a la apertura del mercado, ya que el fabricante de aviones sufrió fuertes pérdidas debido al cargo por el 787, después de dos trimestres de ganancias.
Los resultados trimestrales mixtos subrayan los desafíos que enfrenta Boeing mientras busca recuperarse de la pandemia de coronavirus y las crisis de seguridad del 737 MAX, al tiempo que navega por dificultades desde el sector industrial y el ámbito regulatorio en sus naves insignia 787 y 777X más grandes.
Reuters informó la semana pasada que se espera que las entregas del 787 permanezcan congeladas durante meses mientras los reguladores estadounidenses revisan las reparaciones e inspecciones por fallas estructurales en los aviones, mientras que los diseños para el nuevo 777X enfrentan un mayor rechazo regulatorio de Europa.
"Si bien nunca queremos decepcionar a nuestros clientes o perder las expectativas, el trabajo que estamos realizando ahora generará estabilidad y previsibilidad en el futuro", dijo el presidente ejecutivo de Boeing, Dave Calhoun, a los empleados en un memorando visto por Reuters.
Calhoun no llegó a decir cuándo se reanudarían las entregas del 787. El programa se mantiene a una tasa de producción "muy baja", con un retorno gradual esperado a cinco por mes con el tiempo, dijo Boeing.
Boeing reveló un cargo -que no es en efectivo- antes de impuestos de 3,500 millones de dólares relacionado con los retrasos en las entregas del 787 y las concesiones de los clientes, y otros 1,000 millones de dólares en costos de producción extraordinarios.
Boeing había pronosticado previamente que las bajas tasas de producción y el rediseño del 787 generarían alrededor de 1,000 millones de dólares en costos extraordinarios.
La compañía reportó una pérdida operativa central de 4,540 millones de dólares en el cuarto trimestre finalizado el 31 de diciembre, en comparación con una pérdida de 8,380 millones de dólares el año anterior, cuando la empresa registró un cargo de 6,500 millones de dólares debido a retrasos en su programa de aviones 777X.
Aún así, Boeing generó un flujo de efectivo positivo en el cuarto trimestre, lo que representa su primer periodo de efectivo positivo desde principios de 2019, impulsado por las entregas de 737 MAX a medida que los viajes aéreos se recuperan de la pandemia.
La firma dio cuenta de gastos por 3,800 millones de dólares en el cuarto trimestre por costos de montaje del modelo 787.
En tanto, el grupo registró una pérdida neta de 4,100 millones en ese período, mientras el saldo rojo para todo 2021 fue de 4,200 millones de dólares.
Boeing, que contaba con el regreso paulatino a la actividad del modelo 737 MAX tras los dos accidentes mortales que lo habían dejado en tierra durante más de 20 meses, se vio sorprendida esta vez por defectos de fabricación.
Los defectos se descubrieron a fines del verano boreal de 2020, en la conexión de una parte del fuselaje y en el estabilizador horizontal. Luego aparecieron otros problemas técnicos, en particular en la nariz de la aeronave.
Inicialmente Boeing tuvo que suspender las entregas desde noviembre de 2020 hasta marzo de 2021, luego desde finales de mayo, y además reducir las tandas de producción.
Fuente: Reuters
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