Es acusado de ocultar el nivel real de emisiones contaminantes
Después de Volkswagen y Fiat Chrysler, General Motors es ahora implicado en el dieselgate por una demanda que ha sido presentada en Estados Unidos contra el primer constructor de automotores, acusado de haber instalado sistemas para ocultar el nivel real de emisiones contaminantes en algunos de sus vehículos diésel.
El fabricante de autopartes alemán Bosch, ya citado en una denuncia contra Volkswagen, también es acusado por los demandantes, cuyas quejas fueron asociadas en una demanda colectiva (class action) presentada el jueves ante un tribunal de Michigan (al norte de ese país), donde tiene su sede General Motors (GM).
Bosch es acusado de haber sido "un participante activo, que estaba al tanto del fraude destinado a burlar" las normas estadounidenses sobre emisiones.
Los propietarios y arrendadores de más de 705 mil grandes camionetas diesel Chevrolet Silverado Duramax y GMC Sierra Duramax, afirman que GM instaló diferentes sistemas fraudulentos en esos vehículos entre 2011 y 2016.
Fuente: AFP
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