Jitomate mexicano

Industria mexicana del jitomate, insustituible para el mercado estadounidense

21 Ago, 2025  |  Actividad industrial  |  0 comentarios

Industria mexicana del jitomate, insustituible para el mercado estadounidense

El jitomate mexicano se ha consolidado como un pilar de la industria agroalimentaria de Norteamérica, al grado que Estados Unidos depende de forma crítica de su producción. De acuerdo con organizaciones agrícolas, alrededor del 66% del jitomate fresco que consumen los hogares y restaurantes estadounidenses proviene de México, lo que lo convierte en un insumo estratégico imposible de sustituir en el corto y mediano plazo.

La reciente decisión del Departamento de Comercio de Estados Unidos de dar por terminado de manera unilateral el Acuerdo de Suspensión del Tomate Fresco ha generado preocupación en ambos países. Aunque la medida busca proteger a un sector específico de productores estadounidenses, especialistas advierten que podría derivar en un impacto directo sobre los consumidores al encarecer el precio del jitomate. Una cuota de hasta 17.09% ad valorem elevaría de forma inmediata los costos en supermercados y cadenas de suministro.

El volumen de consumo ilustra la magnitud del reto: cada año, el mercado estadounidense demanda más de 6,500 millones de libras de jitomate fresco, de las cuales cerca del 90% proviene de la agricultura mexicana. “No hay otro país con la infraestructura, experiencia y calidad productiva para sustituir a México”, subrayan representantes del sector.

Un siglo de liderazgo agrícola

La industria del jitomate en México tiene más de 120 años de experiencia exportadora, respaldada por innovación tecnológica, cumplimiento de normas sanitarias y una cadena logística que se adapta a las necesidades de los compradores estadounidenses. Esta trayectoria ha permitido mantener un abasto constante, competitivo en precio y reconocido por su calidad.

Impacto en ambos lados de la frontera

Mientras algunos productores estadounidenses celebran la imposición de medidas arancelarias, el riesgo para el consumidor es claro: menor disponibilidad, precios más altos y calidad variable. Actualmente, dos de cada tres jitomates en el mercado estadounidense son mexicanos, y reemplazarlos con producción local o de terceros países no solo sería insuficiente, sino también más costoso.

El antecedente más cercano ocurrió en 2019, cuando el acuerdo fue suspendido brevemente y se reactivó tras intensas negociaciones. Hoy, el sector mexicano está mejor preparado y organizado para enfrentar los retos comerciales, aunque el consenso entre los especialistas es claro: cualquier barrera al jitomate mexicano genera más costos que beneficios para la economía estadounidense.


Fuente: Cosmos | Forbes


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