Población lectora disminuye: retos para la industria editorial

De cada 100 personas de 18 y más, solo 45 declararon haber leído al menos un libro, Inegi

El Módulo sobre Lectura (Molec) del Inegi, tiene el propósito de generar información estadística sobre el comportamiento lector de la población mexicana de 18 años y más, con la finalidad de proporcionar datos útiles sobre las características de la lectura de la citada población y proporcionar elementos para fomentar el hábito de la lectura.

Este año, sus datos muestran las siguientes tendencias:

• De cada 100 personas de 18 y más años lectoras de los materiales de
MOLEC, 45 declararon haber leído al menos un libro, mientras que en 2015 lo hicieron 50 de cada 100 personas.

• En promedio, la proporción de hombres lectores es mayor comparado con la de mujeres lectoras (80.1% y 73.1%, respectivamente).

• En cuanto a libros, la temática más citada fue literatura, seguida de los libros de texto, uso universitario y materias o profesiones en particular y, en tercer lugar, los de autoayuda, superación personal y religión.

Para la revista Forbes, hay varias opciones, y las exponen en su artículo “Industria editorial: ¿negocio envuelto en la miseria?”

Para empezar, la Ciudad de México cuenta con 191 librerías tradicionales, 114 edito¬riales, 19 universitarias y 29 de consumo cultural; en otras palabras, concentra 30% de los puntos de venta de libros que existen en el territorio nacional, la industria editorial debe enfocarse en crecer en diversos puntos de la república.

Además, el mundo digital ya creó nuevas perspectivas para lectores y escritores a través de firmas como Amazon, que ofertan sus productos directamente en la web, sin generar costos de papel, impresión o distribución del material, lo que les permite a los autores recibir una utilidad neta de 70% y a los lectores libros mucho más accesibles.

Idealmente, para poder captar más lectores, el costo de los libros debería ser más bajo, así como el establecimiento de una relación virtuosa con el Estado para que invierta en este sector e instaure políticas de acceso a la cultura que sean efectivas.

En conjunto con estas acciones, la industria editorial deberá producir más y mejores obras.