Lanzan licitaciones para obras en el NAICM

La nueva terminal aérea requiere una inversión total de 6,000 mdd

El Gobierno mexicano lanzó el miércoles los paquetes de licitaciones para la construcción de las principales obras del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México por más de 95,000 millones de pesos (6,000 millones de dólares), la mayor obra planeada por la administración del presidente Enrique Peña.

El país anunció en septiembre que construiría la nueva terminal aérea, que requiere una inversión total de 127,000 millones de pesos (8,000 millones de dólares), para aliviar la congestión del aeropuerto capitalino y atender a 120 millones de pasajeros al año en un plazo de 50 años.

Las autoridades buscan poner en marcha la construcción del nuevo aeropuerto en medio de un aletargamiento de la economía mexicana, golpeada por la caída de los precios del crudo y en un escenario de restricción presupuestaria para el próximo año.

Para financiar parte de las obras, el Gobierno ha recurrido a los mercados en busca de recursos. El año pasado captó 1,000 millones de dólares y este año buscará otros 2,000 millones de dólares a través de un crédito renovable, dijo el director financiero del proyecto, Federico Patiño.

"Los 2,000 millones de dólares de este año lo estaríamos cerrando en septiembre. Hemos seleccionado ya a los tres bancos coordinadores globales. HSBC, Citibank y JP Morgan (...) estarían proporcionando esta línea de crédito y posteriormente se sindicaría con otros bancos comerciales", dijo Patiño.

La línea de crédito se refinanciaría a largo plazo con la emisión de bonos, de las cuales la primera está planeada para inicios de 2016, dijo el funcionario.

"Con estos recursos le prepagaríamos a la banca comercial y así abriría nuevamente la línea de crédito renovable, y así (...) sucesivamente hasta el término del proyecto", agregó.

La nueva terminal aérea, diseñada por el inglés Norman Foster y el mexicano Fernando Romero, tendrá seis pistas y será construida al lado del actual aeropuerto en el oriente de la ciudad de México, en un terreno que es propiedad del Gobierno.

Fuente: Reuters