Aceite de palma, segundo cultivo oleaginoso más importante en México

La Sader trabaja para cambiar la “percepción errónea” de este producto

La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) trabaja para cambiar la “percepción errónea” del cultivo de la palma de aceite, el segundo cultivo oleaginoso más importante y solo cuenta con 0.5 por ciento de la superficie total para su siembra.

El titular de la dependencia, Víctor Villalobos Arámbula, explicó que la producción de palma de aceite ha estado dirigida a detonar áreas de cultivo ociosas y en poblaciones marginadas desde sus inicios en México.

A lo largo de los años ha sido una opción de desarrollo rural y hoy en día beneficia a más de 11 mil familias de 52 municipios de Campeche, Chiapas, Tabasco y Veracruz, principalmente, apuntó.

De ese cultivo se tiene una percepción errónea y ésta se aclarará mediante un trabajo integral que demuestre las bondades y beneficios económicos y sociales, a través del acompañamiento de la innovación y la tecnología en el cuidado de los suelos y el agua.

Villalobos Arámbula subrayó que la Sader es un aliado de los productores de palma de aceite, de ahí que "juntos revertiremos las opiniones infundadas y negativas de su cultivo con argumentos basados en la ciencia y la investigación”.

El trabajo redundará en ampliar la producción de aceite, que en la actualidad cubre sólo el 15 por ciento de la demanda nacional, apuntó a través de un comunicado.

Los presidentes del Consejo Nacional de Palmicultores de México, José Luis Méndez Hernández, y del Consejo Mexicano para el Desarrollo de la Palma de Aceite, Jorge Terrones López, comentaron que la palma de aceite es el segundo cultivo de oleaginosas más importante y cuenta con sólo el 0.5 por ciento de la superficie total de cultivos en el país.

Puntualizaron que el cultivo de palma no es un monocultivo y se intercala con plantas nectaríferas que mantiene la diversidad de insectos benéficos y polinizadores, además de plantas leguminosas que mejoran las características químicas y físicas de los suelos.

Incluso, los productores mexicanos avanzan en los protocolos para la obtención de certificados de industria limpia en la cadena de valor de aceite de palma; el 95 por ciento del área sembrada es de temporal y, por ello, es mínimo el impacto en los mantos acuíferos, con una superficie sembrada de 96 mil 559 hectáreas.

La mayoría de la superficie es de pequeños productores, de una a tres hectáreas, quienes pueden alcanzar una rentabilidad importante con el acompañamiento tecnológico y capacitación, enfatizaron.

Como una primera acción para contrarrestar la asociación de este cultivo con efectos ambientales y sociales adversos, los representantes de productores, agroindustria y autoridades ratificaron el compromiso de integrar programas y medidas que fortalezcan la producción de palma de aceite sustentable, competitiva e incluyente.