El 60% de la electricidad provino de combustibles fósiles
El uso de las energías renovables en América se debate aún entre la promesa y el desarrollo, aunque las leyes y compromisos aprobados en distintos países muestran una clara tendencia a apostar por su expansión.
Uno de los ejemplos más recientes -y de mayor envergadura- es la Ley de Reducción de la Inflación de Estados Unidos (EU) que, pese a su nombre, se relaciona más con la transición energética que con la estabilidad de precios.
El proyecto, heredero del plan “Build Back Better” (“Reconstruir mejor”) del presidente Joe Biden -aunque menos ambicioso-, supondrá la mayor inversión en renovables y medidas climáticas de la historia del país. “Y por mucho”, según afirma el presidente de la organización medioambiental Sierra Club, Ramón Cruz.
“Cuando se aprobó esta legislación, fue realmente un punto de inflexión”, aseguró Cruz a EFE, quien dejó claro que si bien ya se veía una tendencia a impulsar el desarrollo de las renovables, esta norma lo lleva a otro nivel.
El plan prevé una inversión de 370,000 millones de dólares en financiación climática, la mayor parte dedicados a dar incentivos a la producción de energía limpia y la compra de vehículos eléctricos.
De estos, unos 11,000 millones se entregaron ya, según el grupo Climate Action Campaign, que recientemente puso en marcha un mapa interactivo para visualizar el destino de estas inversiones.
A pesar de las cifras, Cruz se muestra cauto: “Nosotros queremos asegurar que ese trayecto hacia la energía limpia sea lo más rápido posible. Si me preguntas si es suficiente… es un gran avance en la historia de EU, pero no es suficiente para la urgencia del problema”.
Y es que en 2022, el 60% de la electricidad provino de combustibles fósiles de EU, y solo un 21% de fuentes renovables, según el Departamento de Energía.
Fuente: Reuters
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