Altos costos y posibles tarifas fronterizas impulsan a empresas como Honda y Bosch a reconsiderar sus estrategias de fabricación en México y otros países.
Ante la amenaza de nuevos aranceles propuestos por el presidente electo Donald Trump, proveedores automotrices globales están analizando trasladar parte de su producción a Estados Unidos o regiones cercanas. Ejecutivos de la industria presentes en el CES en Las Vegas señalaron que esta medida busca mitigar el impacto de tarifas de hasta 60% sobre productos chinos y 25% sobre importaciones de Canadá y México.
La industria automotriz ya había enfrentado políticas proteccionistas durante el primer mandato de Trump y bajo la administración de Joe Biden, incluida la Ley de Reducción de la Inflación (IRA). Sin embargo, las promesas de Trump de aranceles más agresivos podrían alterar significativamente la viabilidad económica de fabricar en mercados de bajo costo.
Honda y Bosch consideran ajustes en sus operaciones
Honda, que produce cerca de 200,000 vehículos anuales en México y exporta el 80% a Estados Unidos, no descarta trasladar su producción a Japón u otros países si las tarifas hacen inviable seguir operando en México, según declaró su vicepresidente ejecutivo, Noriya Kaihara.
Por su parte, Bosch, el mayor proveedor de piezas automotrices del mundo, ya ha comenzado a evaluar alternativas como la fabricación en mercados más cercanos, entre ellos Brasil o México, dependiendo de los escenarios arancelarios.
Continental y Panasonic aceleran localización
Continental también busca proveedores alternativos en América del Norte para reducir el riesgo de aranceles, mientras que Panasonic Energy, proveedor de Tesla, avanza con sus planes para eliminar contenido chino de su cadena de suministro, acelerando acuerdos con empresas norteamericanas.
Un cambio impulsado por altos costos y proteccionismo
Los ejecutivos de la industria coinciden en que aranceles tan elevados no solo serían difíciles de trasladar a los consumidores, sino que también amenazan la rentabilidad de fabricar componentes clave en países como China y México.
Mientras el sector automotriz enfrenta estos desafíos, el futuro de la producción internacional dependerá de las políticas comerciales que entren en vigor tras la toma de posesión de Trump en enero.
Fuente: Reuters
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