Industria textil

Aranceles ponen en jaque al sector minorista de ropa en EE.UU.: marcas frenan pedidos y contratan menos

8 Abr, 2025  |  Economía y finanzas  |  0 comentarios

Empresas como Nike, Lululemon y otras firmas emergentes enfrentan una tormenta perfecta ante el alza arancelaria impuesta a las importaciones desde Vietnam y China.

La industria estadounidense de ropa y calzado se encuentra en alerta roja. Con la entrada en vigor de nuevos aranceles sobre productos importados desde Vietnam y China, a partir de este miércoles, marcas reconocidas como Nike y Lululemon —junto con pequeños negocios emergentes— han comenzado a frenar pedidos, congelar contrataciones y rediseñar sus estrategias comerciales.

El desafío es claro: trasladar el aumento arancelario al consumidor con precios hasta un 40% más altos o absorber el golpe financiero, sacrificando márgenes de ganancia ya reducidos.

Mientras los grandes jugadores tienen más flexibilidad gracias a sus cadenas de suministro diversificadas, las marcas más pequeñas enfrentan riesgos existenciales. Tal es el caso de Day Owl, una firma de mochilas que produce en Vietnam, cuyo director Ian Rosenberger advierte que podrían cerrar en 30 días si no se reducen los aranceles. La empresa ya elevó el precio de uno de sus productos estrella de 155 a 212 dólares.

La presión no solo afecta la operatividad diaria, sino también la planificación a largo plazo. Oiselle, una marca deportiva femenina de Seattle, ha tenido que poner en pausa sus pedidos para la temporada de primavera 2026. Su directora, Arielle Knutson, trabaja junto a su equipo en múltiples planes de contingencia arancelaria, una carga adicional a su labor cotidiana.

Por su parte, Wild Rye, fabricante de ropa exterior con sede en Idaho, anticipa un impacto severo por el nuevo arancel del 34% a sus importaciones chinas. Su fundadora, Cassie Abel, declaró que han detenido las contrataciones y los incrementos salariales, y tendrán que absorber parte del impacto para evitar aumentos de precio que espanten a los consumidores.

Incluso con opciones sobre la mesa, como regresar la producción a EE.UU., muchas empresas coinciden en que la calidad nacional aún no cumple con sus estándares. En ese contexto, el gobierno de Vietnam ha solicitado una prórroga de 45 días para los aranceles y ofreció incrementar sus compras de productos estadounidenses mientras continúa negociando con la administración Trump.

La situación también ha repercutido en los mercados bursátiles. Desde el anuncio oficial de los aranceles el pasado 2 de abril, las acciones de Nike han bajado un 14%, Adidas ha perdido un 16% y Puma, un 18%. VF Corp, que posee marcas como North Face, ha visto desplomarse su valor en un 31%.

Con el inicio de la temporada clave de compras escolares a la vuelta de la esquina, el tiempo corre. Las decisiones que tomen las empresas en las próximas semanas podrían marcar la diferencia entre sobrevivir o desaparecer.


Fuente: Reuters


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