El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entre Estados Unidos, México y Canadá requiere ser actualizado para evitar que se diluyan sus beneficios ante la nueva coyuntura económica, recomendaron exfuncionarios.
Charlene Barshefsky, representante comercial de la Casa Blanca de 1997 a 2001, sostuvo que a pesar del éxito del acuerdo al cumplirse su 20 aniversario, éste debe ser actualizado para evitar que se erosionen sus beneficios entre los tres socios originales.
’Creo que es poco inteligente e innecesario reabrir el TLCAN de manera formal (…) pero creo que hay cuatro rutas para mejorarlo a partir del éxito del acuerdo’, dijo en un reciente foro organizado por el Centro de Estudios Estratégicos Internacionales (CSIS).
En primer lugar Barshefsky destacó la importancia de adoptar soluciones concretas a ‘irritantes’ de la relación comercial, como la protección de la propiedad intelectual y el movimiento de personas.
Hizo un llamado a la administración del presidente estadunidense Barack Obama a echar mano de los mecanismos ‘ad hoc’ existentes, pues aseguró que no ha sido utilizados o no han sido aprovechados.
Barsehfsky propuso asimismo actualizar las áreas que sólo requieran nuevas regulaciones y no nuevas leyes, así como usar a la Alianza Transpacífica (TPP) que se encuentra en sus etapas finales de negociación para una mayor liberalización en temas como servicios.
’Cuando la TPP tenga un estándar más alto, ese debe gobernar en América del Norte. Cuando la TPP haga conflicto con el TLCAN pero no imponga un estándar más alto, los tres países deben negociar para solucionar el problema’, indicó.
Para otra exrepresentante comercial de la Casa Blanca, Carla Hills, la siguiente etapa de la integración regional debe permitir que México y Canadá se sumen a las negociaciones del acuerdo trasatlántico de comercio e inversión de Estados Unidos con la Unión Europea.
Hills señaló que la inclusión de México ayudaría a facilitar el programa de reformas del presidente mexicano Enrique Peña Nieto.
’Apoyamos con firmeza lo que México está intentando hacer en economía en la región no sólo en las áreas de energía o telecomunicaciones, sino en la ampliación de la participación política’, dijo en el foro.
Hills fue una de las negociadoras originales del TLCAN junto con el entonces secretario mexicano de Comercio, Jaime Serra Puche, y el ministro de Comercio Internacional de Canadá, Michael Wilson.
EL TLCAN entró en vigor el 1 de enero de 1994 y ha sido objeto de análisis en foros académicos de Estados Unidos.
En opinión de Hills, la inclusión de México y Canadá en el acuerdo trasatlántico abriría la oportunidad de mejorar al TLCAN en áreas como flujo de datos y telecomunicaciones, que no estaban en la mesa de las negociaciones originales.
Asimismo, sostuvo que la incorporación de México y Canadá daría más peso al acuerdo trasatlántico al agregar a 150 millones de consumidores y reduciría las complejidad de actualizar temas como reglas de origen y procesos aduanales si ambos son excluidos.
Hasta el momento la administración Obama ha señalado que mantendrá un proceso de consultas con México y Canadá, conforme prosigue con sus negociaciones con la Unión Europea.
Un análisis elaborado por el Programa de las Américas del CSIS destacó que el TLCAN permitió que Norteamérica se encuentre más interconectada que nunca en su historia, gracias a que el acuerdo impulsó el crecimiento económico y empleos bien remunerados.
Pero también hizo notar que el acuerdo trinacional enfrenta en los próximos años una serie de retos, por lo que consideró importante que sean encarados por los tres países.
’Las persistentes disparidades salariales entre las economías de Norteamérica y las diferencias en los estándares laborales continúan siendo motores claves de la inmigración ilegal, una fuente de tensión constante en las relaciones intra-TLCAN’, apuntó.
Fuente: Notimex
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