Los fabricantes de llantas mexicanos denunciaron la entrada ilegal al país de más de 2 millones de neumáticos prácticamente “basura”, razón por la cual la industria registra pérdidas por más de mil millones de pesos al año.
Alejandro Moreno, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Hulera (CNIH), indicó que los neumáticos provienen de todo el mundo, sobre todo de China, Vietnam y Corea y su ingreso ilegal al país también impacta al medio ambiente, además de que provoca evasión fiscal por lo menos de 150 millones de pesos al año.
Informó que cada año entran al país 3 millones de llantas usadas, aunque sólo una tercera parte está autorizada por la Secretaría de Economía (SE), en tanto que 2 millones llegan a territorio mexicano como mercancía de contrabando.
Mencionó que esas piezas se comercializan principalmente en las vulcanizadoras de todo el territorio nacional y llegan por la frontera norte como parte del contrabando que practican alrededor de 100 importadores.
El mercadeo de este producto de manera ilegal se ha vuelto un medio falso de generación de ingresos para quienes intentan venderlos, pues su costo se reduce hasta un 80% a diferencia de las llantas nuevas, todo esto derivado de que para otros países representan material de desecho.
Sin embargo, la realidad es otra pues al final del día ni siquiera se vende más allá del 30% de lo que ingresa (incluso al precio de 15 pesos), aunque sí se distribuyen, convirtiéndolos en basura.
Alejandro Moreno dejó ver que esta práctica tiene por lo menos 20 años de llevarse a cabo en la frontera norte del país, a partir de que la Secretaría de Economía permitió la importación de 1 millón de ruedas usadas para la gente de bajos recursos en el país.
Los neumáticos de desecho, subrayó, representan un importante problema para la integridad física de los ocupantes de un vehículo, toda vez que ya culminaron su vida útil.
"Las llantas autorizadas por la Secretaría de Economía en la zona fronteriza del país son, de entrada, el origen del problema", opina Moreno, pues existe el modelo legal para autorizar la entrada de llantas usadas.
Además, afectan al medio ambiente, puesto que terminan en ríos y tiraderos, también son foco de infección pues originan un ambiente propicio para el desarrollo de mosquitos transmisores de enfermedades. Pero el verdadero problema es que tardan en degradarse hasta 10 mil años, por lo que necesitan un tratamiento especial.
De entrada se paga el 15% de arancel por el ingreso de llantas al país, esto con países con los que se tiene tratado de libre comercio originando un costo de evasión arancelaria de al menos 150 millones de pesos, sin contar con otros impuestos para la venta al público.
Y qué decir de la economía informal generada a raíz de esta situación, misma que afecta a la industria formal conformada por empresas de alcance mundial fabricantes de neumáticos en México, las cuales son generadoras de 10 mil empleos directos.
Fuente: Redacción
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