Kyoto.- Las autoridades de seguridad en la aviación de Estados Unidos y Japón llevaron sus investigaciones sobre los problemas del 787 Dreamliner de Boeing a las oficinas del productor de baterías del avión, en busca de pistas sobre por qué la moderno aeronave hizo un aterrizaje de emergencia la semana pasada.
Un portavoz de GS Yuasa Corp dijo que la empresa estaba cooperando con la investigación y que sus ingenieros estaban trabajando con los responsables de la Administración Federal de Aviación de Estados (FAA, por sus siglas en inglés) y la Oficina de Aviación Civil de Japón (CAB, por sus siglas en inglés) en la sede de la firma en Kyoto, donde produce las baterías.
El funcionario de la CAB Tatsuyuki Shimazu dijo a periodistas que el equipo de investigación recibió un informe de GS Yuasa y que recorrió la fábrica, con la mira puesta en el diseño, la producción y la calidad de las baterías.
La investigación japonesa en la planta continuará el 22 de enero a un nivel más detallado, incluyendo seguimientos en los números de lote y las fechas de producción, indicó Shimazu.
Las autoridades de todo el mundo decidieron dejar en tierra los nuevos Dreamliner la semana pasada y Boeing detuvo las entregas luego de que un problema con una batería de iones de litio produjera un aterrizaje de emergencia de un 787 de All Nippon Airways durante un vuelo doméstico.
Este mismo mes, una batería similar provocó un incendió en un 787 de Japan Airlines estacionado en el aeropuerto internacional de Boston.
El 20 de enero, los investigadores estadounidenses descartaron un exceso de voltaje como causa del incendio del 7 de enero en Boston, y dijeron que expandirían su pesquisa para indagar en el cargador de la batería y la unidad de energía auxiliar de la nave. La batería es una parte del complejo sistema eléctrico del 787, fabricado por la empresa francesa Thales SA.
"Los resultados han mostrado un comportamiento anormal de las baterías en (los incidentes de) Boston y Takamatsu. Resultaron las más dañadas", dijo a periodistas Shigery Takano, responsable destacado en la CAB.
"Vamos a analizar si el trabajo que se realizó, desde el diseño hasta la producción, fue el apropiado", remarcó.
Más vuelos cancelados
El aterrizaje forzado del Dreamliner, un avión de tecnología avanzada y compuestos de carbono cuyo precio de lista es de 207 millones de dólares (mdd), ha obligado a ANA a cancelar 151 vuelos nacionales y 26 internacionales programados entre el 23 y el 28 de enero, afectando a más de 21,000 pasajeros.
Las cancelaciones se suman a los 72 vuelos programados entre el 19 al 22 de enero que ANA canceló la semana pasada.
ANA, la aerolínea que vuela la mayor cantidad de Dreamliners, dijo en un comunicado que anunciará sus planes sobre la cancelación de vuelos para las fechas desde el 29 de enero.
ANA indicó que aún no decidió si buscará compensaciones de parte de Boeing por las pérdidas ocasionadas como consecuencia de dejar en tierra los 787.
"En este momento nos estamos concentrando en volver a poner en servicio el Dreamliner y no en considerar el pedido de una compensación", dijo el portavoz de la compañía Ryosei Nomura.
Su rival Japan Airlines dijo que cancelará cuatro vuelos en su ruta Tokio-San Diego entre el 27-28 de enero, sumándose a los ocho vuelos originalmente programados entre el 19 al 25 de enero en la misma ruta que canceló la semana pasada.
Los cambios de horario de los vuelos programados para 26 de enero aún no se han decidido, agregó JAL en un comunicado.
"Hemos podido reordenar con aviones alternativos rutas originalmente programadas para usar los Dreamliner", sostuvo la portavoz de JAL Sze Hunn Yap, agregando que hasta el momento no se habló sobre compensasiones.
Hasta la fecha, Japón es el mercado más grande para los Dreamliner. JAL y ANA operan 24 de los 50 aviones para pasajeros que Beoing ha entregado.
Fuente: Reuters
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