Focalizar subsidios aportará competitividad industrial

El Presidente de la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos, Francisco J. Funtanet Mange, instó al Congreso de la Unión a aprobar la Estrategia Nacional de Energía (ENE), al dar certidumbre al sector a mediano y largo plazo, además de ser un instrumento necesario para que el país alcance tasas de crecimiento que brinden mejores condiciones de vida a los mexicanos.

Después de sostener una reunión con el Secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, Funtanet Mange celebró que para lograr los objetivos de la ENE, se plantea una debida coordinación de los tres niveles de Gobierno, además de que es un instrumento que permitirá en los próximos años corregir o mitigar los desequilibrios regionales producidos en el desarrollo nacional.

El líder de los industriales indicó que a través de una reorientación de subsidios, para que beneficien a quienes más lo necesiten, así como mediante el uso de energías que generen un menor costo, como el gas natural, la hidroelectricidad o las renovables, se lograrán precios y tarifas más competitivas en la industria nacional.

CONCAMIN ha reiterado a lo largo de los últimos años que México debe aumentar las tasas de crecimiento que ha sostenido históricamente y para ello la ENE es un instrumento que a la par de resolver los cuellos de botella existentes, asegura un desarrollo sostenible, que respete el medio ambiente al disminuir las emisiones de gases efecto invernadero y, en general, hace frente a la tendencia que podría llevar a convertirnos en un importador neto de energía a futuro.

Para los industriales mexicanos, es de suma importancia la certidumbre en el suministro energético, tanto en lo que toca a su transporte, almacenamiento y distribución de gas natural, petróleo y las redes de transmisión y distribución eléctricas.

Ante la disyuntiva de que si México no modifica su senda energética actual, entre 2016 y 2020 podríamos pasar a ser importadores de energía, pese a contar con enormes potencialidades en la materia, la ENE define tres temas estratégicos para revertir esta tendencia: abordar la oferta de petrolíferos de calidad, el parque de generación energética y la industria petroquímica nacional.

Esto es, mayor eficiencia en refinerías, en la capacidad de procesamiento; sinergias e inversión en la petroquímica, una diversificación y mantenimiento adecuado en la materia; fortalecer la regulación y aprovechar las condiciones del precio asociado al mercado de gas natural.

Por lo que toca a la producción de crudo, a la par del desarrollo nacional y las reservas como sustento de la producción a mediano y largo plazo, las líneas de acción de la ENE están relacionadas con los yacimientos complejos y campos maduros y el impulso a proyectos de exploración, las reservas de nueva producción y los recursos prospectivos.

En síntesis, la ENE plantea una transición energética que abarca tres temas: las oportunidades que brinda el gas natural, el potencial de energías renovables en nuestro país y la capacidad de un mayor desarrollo de la energía nuclear en México.

Conforme a la reforma energética de 2008, el Ejecutivo debe enviar anualmente al Congreso de la Unión la ENE en el mes de febrero, para su ratificación en un plazo máximo de 30 días hábiles.