En México es necesario formar más recursos humanos especializados en la detección, seguridad y protección de radiaciones ionizantes, a fin de mantener los estándares internacionales de seguridad en la materia, sostuvo el experto Eutenio Torijano Cabrera.
El profesor-investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), señaló que en los últimos años no ha habido algún evento grave en los diferentes ámbitos donde se maneja alguna fuente de este tipo radiaciones ionizantes.
No obstante, consideró que es necesario formar más recursos humanos especializados, para mantener este estado de seguridad, toda vez que aún no existe el número de profesionales que el país requiere para esta tarea.
Sostuvo que en el Laboratorio de Detección de Radiaciones Nucleares de la UAM Iztapalapa, del cual es responsable y se capacita a los alumnos de la licenciatura en Ingeniería en Energía en la detección de radiación y protección radiológica, comentó que muchos de los egresados de la carrera laboran en el sector salud, público y privado.
También, indicó, lo hacen en la industria, en la planta nucleoeléctrica de Laguna Verde y en la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias, o se desempeñan en el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares, dirigido por Lydia Paredes Gutiérrez, egresada de la Unidad Iztapalapa.
Señaló que hay posibilidades futuras de desarrollo de la industria nuclear nacional, por lo que los ingenieros en energía de la UAM tendrán un importante papel porque su formación los habilita en el manejo de sistemas de detección de radiación y de los instrumentos con los que se mide.
El especialista mencionó que en el ámbito de la medicina, los equipos que emiten radiaciones ionizantes como los de rayos X, tomógrafos y aceleradores, tienen también que ser supervisados para que la cantidad que irradian a los pacientes sea la correcta.
Señaló que el problema con las radiaciones de algún tipo de fuente es que no se ven, no se oyen, no tienen olor, ni se sienten, la única manera de saber si se está expuesto y en qué cantidad, es con una serie de instrumentos como detectores y dosímetros, para lo cual se hace necesario la intervención de un experto.
Finalmente, comentó que no toda irradiación es dañina, la denominada "radiación natural" que recibimos todos los días del Sol, del piso, de materiales de construcción, alimentos y del espacio exterior es baja y por ello no puede tener algún efecto nocivo en el tejido orgánico.
"Es la radiación ionizante aquella que arranca electrones de los átomos, de un átomo o molécula la que implica riesgos cuando se encuentra fuera de los límites permisibles; en ese rango están los rayos X, los rayos gama y las partículas alfa y beta, puntualizó.
Fuente: Notimex
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