La portentosa Roadrunner, precursora de un conjunto de procesadores que llegaron a imperar en el mundo de las supercomputadoras más veloces del mundo, llega a su fin en una decisión paradójica, pues será desmantelada debido al vertiginoso desarrollo de la informática.
La supercomputadora Roadrunner (correcaminos), instalada en uno de los más importantes laboratorios de investigación sobre armas nucleares en Estados Unidos, será retirada del servicio el domingo.
"Roadrunner", con un costo de 121 millones de dólares, se encuentra en el Laboratorio Nacional de Los Alamos en el norte de Nuevo México y recibió su nombre en honor del ave oficial de ese estado colindante con México.
El motivo es que el mundo de la supercomputación tiene un desarrollo acelerado y ha creado ordenadores más pequeños, más rápidos, con mayor rendimiento de energía y más baratos para sustituir a Roadrunner.
No obstante, las autoridades del Laboratorio Nacional de Los Alamos afirman que es todavía una de las 25 supercomputadoras más veloces del mundo.
"Roadrunner hizo que todos imaginaran nuevas formas de armar y usar una supercomputadora", dijo Gary Grider, quien trabaja en la división de computación de alto rendimiento en el laboratorio. "Los procesadores especializados se están incorporando de nuevas maneras en nuevos sistemas y se usan en formas novedosas. Nuestra presentación con Roadrunner hizo que todos pusieran atención".
En 2008, Roadrunner fue la primera que superó la elusiva barrera del petaflop cuando consiguió procesar poco más de un cuatrillón de cálculos matemáticos por segundo.
El laboratorio de Los Alamos se asoció con IBM para construir a Roadrunner con partes disponibles en el mercado. Finalmente lo consiguieron con la instalación de 278 estantes del tamaño de un refrigerador común con dos tipos de procesadores, todo enlazado con 88,4 kilómetros (55 millas) de cable de fibra óptica. Cuando fue trasladada de Nueva York, en el noreste del país, a Nuevo México en el sur, se necesitaron casi 24 camiones con remolque.
La supercomputadora ha sido utilizada en los últimos cinco años para elaborar modelos de virus y de partes ignotas del universo, para comprender mejor los rayos láser y para trabajar en el área de las armas nucleares. Esta labor incluye simulaciones que buscan manejar con seguridad y confiabilidad el añejo arsenal del país.
Los Alamos —junto con científicos de los Laboratorios Nacionales de Sandia en Albuquerque y el Laboratorio Nacional de Livermore en Lawrence en California— ya utilizan una supercomputadora llamada Cielo. Instalada en 2010, Cielo es un poco más rápida que Roadrunner, ocupa menos espacio y costó menos de 54 millones de dólares.
Roadrunner será desconectada el domingo sin ceremonia alguna, pero las autoridades de Los Alamos dijeron que los investigadores pasarán el mes siguiente experimentando con su sistema operativo y sus técnicas de compresión de memoria para luego proceder a desmantelarla. La investigación, afirmaron, podría contribuir al diseño de futuras supercomputadoras.
Fuente: AP
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