En más de cincuenta años de publicación de la Guía de la Industria® Química, Cosmos se ha percatado de la formación de empresas del sector químico, así como de la evolución en el esquema de distribución, donde han surgido personas que entienden el mercado, a tal grado que se crearon empresas con un sistema de participación mixta: es decir, productores y distribuidores.
Dentro del Congreso Internacional de Sustentabilidad Ibero (CISIbero), Raúl Macazaga, Director General de Cosmos, expuso en su conferencia “El comercio de productos químicos en México”, la importancia de conocer las cadenas de suministro de estos y a los principales actores que intervienen en el proceso.
Actualmente, existen grandes distribuidores mundiales, y en México se tienen a tres de los más grandes, que son a la vez, fabricantes en sus lugares de origen o bien comercializadores de grandes volúmenes, creando un gran valor de aportación a la industria química; tal es el caso de Grupo Pochteca.
Señaló la diferenciación característica entre fabricantes y distribuidores. A lo que, según lo indicado por el señor Macazaga, “el fabricante produce en grandes volúmenes y busca cómo comercializarlos de la manera más rentable sin tener que llenarse de una cartera de clientes y busca siempre el apoyo de distribuidores autorizados, quienes a su vez, sí están en ese mercado”. Por otra parte, el distribuidor es el que tiene contacto con la empresa de consumo intermedio, es decir, es “la relación entre el fabricante y el procesador del producto para realizar una manufactura final. Además desarrolla un conocimiento de mercado natural enfocándose a un nicho determinado, maneja volúmenes que le permiten abastecer desde un porrón hasta una serie de pipas y tienen una comercialización segura de productos, lo que logra que la infraestructura del distribuidor sea profesional y especializada en el área muy distante a la de un revendedor”.
Cada sector de la industria requiere de activos químicos, que en ocasiones su uso resulta el mismo para su empleo en la industria de alimentos, industria de plásticos o incluso la industria de la construcción. “Los distribuidores tienen conocimiento absoluto de esto, así que se encargan de dar un servicio preventa y post venta, y en algunos casos, sin ser fabricantes pueden brindar formulaciones especiales que permiten darle al producto un valor agregado”, indicó el ejecutivo de Cosmos.
Sugirió a los involucrados en el sector, ya sean productores, distribuidores o clientes, dirigirse por la vía de la formalidad, debido a que existe una problemática muy clara en el mercado de la producción de químicos, derivada de los actores informales, provocando afectaciones en las finanzas de la industria. “En cuestiones financieras, el país también acostumbra manejar créditos a largo plazo, ocasionando que el distribuidor busque negociar los pagos de la mercancía derivada de la falta de pago del cliente, es decir, pagos de entre 90 y 100 días que fiscalmente generan un pago provisional de impuestos que suscitan incidencias en el costo”, agregó.
Es por esto que, el líder de Cosmos, mencionó que “la manera de tener una industria y un comercio adecuados, se reduce a tener una responsabilidad integral bien definida, poder cumplir con las necesidades y acercarse al cliente”, es decir que, cuando el distribuidor conoce las necesidades del cliente puede retroalimentar al fabricante de manera integral.
Hizo hincapié en consultar la edición 2013 de la Guía de la Industria® Química, puesto que en ella se encuentra publicado un listado de los diversos centros de investigación y desarrollo en México, por parte de las principales casas de estudio del país, así como una lista de apoyos gubernamentales disponibles al sector químico.
Macazaga, concluyó su ponencia al externar que sobrevivirán las empresas que sean sustentables, que se actualicen y que marquen tendencias.
Fuente: Redacción
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