En un informe titulado 'Winter is Coming', S&P Global Mobility dijo que la cadena de suministro de la industria automovilística podría enfrentarse a una gran presión por el aumento de los costes energéticos o incluso por los cortes de electricidad.
La empresa de previsión automovilística S&P Global Mobility advirtió el martes que, en el peor de los casos, la crisis energética de Europa podría reducir su producción de automóviles en cerca de un 40%, o más de un millón de vehículos, cada trimestre hasta finales de 2023.
En un informe titulado “Winter is Coming”, S&P Global Mobility dijo que la cadena de suministro de la industria automovilística (que ya se está tambaleando por la pandemia por Covid-19 y la invasión rusa de Ucrania) “podría enfrentarse a una gran presión” por el aumento de los costes energéticos o incluso por los cortes de electricidad.
“Con los precios de la energía en Europa disparados… un invierno duro podría poner a ciertos sectores de la automoción en riesgo de ser incapaces de mantener sus líneas de producción en funcionamiento”, decía el informe.
S&P Global Mobility señaló que los costes de producción de automóviles ya se han disparado hasta situarse entre 687 euros (667 dólares) y 773 euros por vehículo, frente a los 50 euros anteriores a la crisis energética, lo que supone una presión para los proveedores más pequeños
A partir de este trimestre y hasta finales de 2023, S&P Global Mobility había previsto que la producción trimestral de las plantas de ensamblaje de automóviles europeas se situaría entre 4 y 4.5 millones de unidades.
Pero “con las posibles restricciones del suministro de las eléctricas” esa cifra podría reducirse a tan solo 2.75 millones o 3 millones de unidades por trimestre.
El pronosticador automovilístico advirtió que, dado que los proveedores europeos exportan piezas a todo el mundo, todos los fabricantes de automóviles se verían afectados de alguna manera.
Edwin Pope, analista principal de materiales y aligeramiento de S&P Global Mobility, dijo a Reuters que el análisis se realizó antes del probable sabotaje del gasoducto Nord Stream a finales del mes pasado.
“Acontecimientos como ese inevitablemente desplazarán la balanza hacia el extremo inferior de lo que habíamos previsto, especialmente en lo que se refiere al tiempo que se tarda en reparar cosas de esta naturaleza”, dijo Pope.
Para cada país de Europa, el pronosticador de automóviles tuvo en cuenta seis factores, como el tamaño del déficit de un país, la deuda en relación con el producto interior bruto, el nivel de autosuficiencia energética y el almacenamiento de gas.
Alemania, potencia automovilística, depende del gas ruso y está eliminando la energía nuclear, pero tiene “más margen presupuestario para capear el temporal energético” que otros países europeos, entre ellos Italia.
Pope afirmó que, aunque la industria automovilística podría superar este invierno, si Europa no tiene un plan para el siguiente, muchos proveedores podrían no sobrevivir.
“Me preocupa que algunos talleres artesanales altamente cualificados de la región se vean abocados a la quiebra o simplemente tiren la toalla”, dijo Pope.
Fuente: Reuters
Deja un comentario
Todos los comentarios pasan por un proceso de validación antes de ser publicados.