Nissan frena temporalmente producción en Japón de su SUV estrella por presiones arancelarias de Estados Unidos

La compañía reducirá la manufactura del modelo Rogue, su vehículo más vendido en Estados Unidos, tras las nuevas tarifas impuestas por el gobierno de Trump.

La automotriz japonesa Nissan anunció un recorte temporal en la producción de su modelo Rogue en la planta de Kyushu, al suroeste de Japón, durante los meses de mayo a julio. Esta decisión surge como respuesta a los aranceles del 25% que Estados Unidos impuso a los automóviles fabricados fuera de su territorio.

El modelo Rogue ha sido clave para la marca en el mercado estadounidense, acumulando cerca de 246,000 unidades vendidas el año pasado, lo que equivale a más del 25% de sus ventas en ese país. Solo en el primer trimestre de este año, se comercializaron 62,000 unidades. El recorte previsto sería de alrededor de 13,000 vehículos, lo que representa más del 20% de ese volumen.

Según una fuente con conocimiento del tema, los empleados de la planta más grande de Nissan trabajarán jornadas reducidas y habrá días con suspensión total de operaciones. A pesar de esto, la fábrica mantendrá sus dos turnos de trabajo habituales mientras se evalúan futuras acciones en función del comportamiento del mercado y la continuidad de las tarifas.

La administración de Donald Trump justificó la imposición de los aranceles como una medida para incentivar la producción y el empleo en territorio estadounidense. No obstante, ha admitido que podría considerar modificaciones, dado el impacto que la política está generando en la industria.

Nissan, actualmente liderada por Iván Espinosa, ha venido enfrentando una etapa de reestructuración global, con un plan para recortar su capacidad productiva en un 20%. Este movimiento se suma a decisiones similares tomadas por otras compañías, como Honda, que trasladará la producción del Civic híbrido de México a Indiana, y Stellantis, que pausará actividades en plantas de México y Canadá.

En paralelo, Nissan había cancelado recientemente un plan para disminuir los turnos en su planta de Smyrna, Tennessee, donde también se ensambla el Rogue, y decidió mantener la producción sin alteraciones.

A través de un comunicado, la empresa aseguró que sigue evaluando sus operaciones globales para adaptarse a los cambios del entorno comercial y proteger tanto la eficiencia operativa como a su fuerza laboral.

“Estamos comprometidos a adaptarnos con responsabilidad a los desafíos actuales, considerando los efectos tanto inmediatos como a largo plazo”, concluyó la automotriz.

Fuente: Reuters