México refuerza su estrategia industrial en chips electrónicos ante demanda global

El país analiza cómo consolidarse como hub manufacturero de semiconductores, aprovechando su infraestructura, cercanía con EE.UU. y la dinámica del nearshoring.

Ante el crecimiento sostenido de la demanda global de semiconductores, México se encuentra en un momento clave para consolidar su posición como actor estratégico dentro de la cadena industrial electrónica, enfocándose en fortalecer su capacidad manufacturera, su talento técnico y su infraestructura tecnológica.

Durante un reciente foro de análisis convocado por líderes del sector, especialistas industriales y representantes de cámaras empresariales coincidieron en que el país tiene ventajas únicas que debe capitalizar: una ubicación geográfica privilegiada, experiencia en manufactura avanzada y el respaldo del T-MEC, que favorece la integración comercial con Estados Unidos, principal consumidor de semiconductores a nivel mundial.

La industria global de chips superó los 630 mil millones de dólares en ventas en 2024, lo que representa una oportunidad sin precedentes para regiones con capacidad de integración ágil a la cadena de suministro. Sin embargo, el gran reto para México es competir frente a gigantes asiáticos que operan bajo modelos de subsidio intensivo.

De acuerdo con Carlos Rebellón, vicepresidente del área de semiconductores de la Cámara Nacional de la Industria Electrónica, de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (CANIETI), el enfoque no debe centrarse en replicar estos apoyos, sino en optimizar lo que ya tiene México: mano de obra calificada, tiempos logísticos reducidos y cumplimiento normativo internacional.

Asimismo, se destacó que sectores como automotriz, telecomunicaciones, inteligencia artificial y electrodomésticos dependen directamente del suministro de chips. De ahí la urgencia de impulsar la producción local de componentes clave, ensamblaje especializado e integración con plataformas digitales de trazabilidad industrial.

Los expertos propusieron una agenda enfocada en:

Impulsar zonas industriales con vocación electrónica.

Establecer centros de diseño y prueba de chips.

Generar alianzas academia-industria para formar talento especializado.

Crear incentivos fiscales para la importación de maquinaria y equipo de precisión.

México no busca competir con volumen, sino con eficiencia, calidad y cercanía al mercado de consumo más grande del planeta. El momento actual, marcado por la relocalización de cadenas de valor y la presión por mayor resiliencia industrial, posiciona al país como un candidato ideal para escalar en este sector de alta tecnología.