Mexicanos contribuyen con un proceso capaz de minimizar el consumo de medicamentos crónicos
México podría convertirse en referente mundial en el tratamiento de pacientes con enfermedad renal crónica terminal, gracias a los esfuerzos de un grupo de científicos que han integrado la novedosa terapia de hemodiafiltración con tecnologías basadas en inteligencia artificial, para elevar así la calidad de vida de personas con esta grave condición.
La insuficiencia renal crónica o enfermedad renal crónica es un problema grave de salud pública a nivel mundial, se calcula que casi 10% de la población la padece. En México, más de ocho millones de personas sufren de insuficiencia renal, y de estas solo unas 100,000 reciben tratamientos de diálisis (diálisis peritoneal y hemodiálisis).
A principios de enero de 2018, fue inaugurada en la Ciudad de México la primera Clínica de Investigación en Hemodiálisis, como parte de un proyecto estratégico del Centro Nacional de Investigación en Imagenología e Instrumentación Médica de la Universidad Autónoma Metropolitana, Iztapalapa (CI3M UAM). Esa clínica forma parte del programa de Laboratorios Nacionales del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
La contribución al conocimiento de esta clínica consiste en un nuevo proceso capaz de minimizar el consumo de medicamentos crónicos y preservar el bienestar del paciente en tratamiento por hemodiálisis a largo plazo. Los beneficios esperados del proceso son reducir hasta 35% los gastos directos e indirectos de los tratamientos, “además de incrementar el control de calidad para disminuir de 20% la tasa actual de letalidad de las clínicas a solo cinco%. Todo para duplicar la calidad de vida y sobrevida de los pacientes con insuficiencia renal crónica terminal”, explica Miguel Cadena Méndez, asesor de investigación y desarrollo de la clínica.
La visión en el nuevo proceso es personalizar su funcionamiento a las necesidades de cada paciente mediante indicadores fisiológicos, medidos por un monitor, que prevengan los eventos adversos como son la hipotensión intradialítica. Así, la misión de esta primera clínica de investigación es demostrar en 2018 que el nuevo proceso es reproducible en cualquier unidad médica pública o privada del sector salud.
Fuente: Conacyt
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