Dos Bocas podría enfrentar riesgos catastróficos, advierte experto

Sólo podrán alcanzar una producción del 50 o 60% de su capacidad

Hundimiento de tierra, inundaciones, incluso el impacto de huracanes (pese a ubicarse en una zona no expuesta a este fenómeno) son algunos de los riesgos catastróficos que podría enfrentar la refinería en Dos Bocas, Tabasco, aseguró Iván Palomares.

El experto en evaluación de riesgos consideró que dadas las condiciones que tienen las refinerías que el gobierno busca reactivar, sólo podrán alcanzar una producción del 50 o 60 % de su capacidad.

En un seminario para periodistas, dijo: "sí necesitamos refinar", porque algunas generaciones todavía necesitarán usar petróleo, además de que hay una dependencia energética de Estados Unidos que "es peligrosa".

El almacenamiento de energéticos es de sólo siete días, por lo que si se corta el suministro al país, sólo podría subsistir siete días con los hidrocarburos guardados.

"Sí se requiere más de una refinería, pero no en Dos Bocas, que fue un terreno devastado, en dónde se afectó a manglares, flora y fauna que implicaron multas y sanciones; escogieron el terreno más complicado, porque se va a hundir" y para que ello no suceda se necesitan poner pilotes y rellenar con tierra de otros lados.

Destacó que, por su ubicación, la refinería está expuesta a los riesgos del cambio climático y aunque no se encuentra en una zona de huracanes, en el pasado ya se presentaron eventos meteorológicos de este tipo que golpearon la zona.

"Cuándo va a volver a pasar eso, los expertos dicen que tarde o temprano es posible que entre un huracán por ahí; el mar va a subir y ese terreno se va a inundar", indicó al destacar que esos riesgos se extenderán a las viviendas y negocios que se construyan alrededor de la refinería.

Asimismo, resaltó que no existe la infraestructura carretera para llevar todo el material y todos lo necesario para la construcción, lo cual también generará afectaciones a las comunidades de la región.

Al destacar que en el terreno también hay un río que abarca un importante espacio, el experto argumentó que más que ir en contra de una propuesta del presidente o funcionarios, "lo mío es explicarte lo que sé".

Con el incremento de la población en la zona se requerirá más agua, pero se está acabando y el agua es salada. "Hay agua salada por la filtración del mar; adicionalmente a los riesgos industriales", refirió.