Acuerdo comercial entre EE.UU. y China abre nuevas oportunidades industriales para México

La eliminación de restricciones y el impulso a la exportación de tierras raras por parte de China podrían fortalecer las cadenas de valor en México, especialmente en sectores de alta tecnología, manufactura avanzada y electromovilidad.

El nuevo acuerdo firmado entre Estados Unidos y China marca un giro importante en la dinámica del comercio global, con posibles efectos directos en la industria mexicana. Tras meses de tensiones y medidas proteccionistas, ambos países confirmaron la firma de un pacto que elimina restricciones comerciales clave y abre la puerta a la reactivación de exportaciones estratégicas, como las tierras raras, minerales fundamentales para la producción de tecnologías avanzadas.

Aunque los detalles del acuerdo aún no se han hecho públicos en su totalidad, el Ministerio de Comercio chino confirmó que se acelerará la entrega de permisos para la exportación de estos elementos críticos. Las tierras raras son esenciales en la fabricación de baterías, vehículos eléctricos, semiconductores, turbinas eólicas y dispositivos electrónicos, sectores donde México juega un papel cada vez más relevante como proveedor industrial y ensamblador regional.

Para México, este acuerdo representa una ventana de oportunidad para consolidarse como eslabón clave en las cadenas de suministro de América del Norte. La reactivación del flujo de tierras raras desde China hacia EE.UU. podría aliviar la presión sobre fabricantes instalados en territorio mexicano, que dependen de componentes de alta tecnología para mantener sus procesos operativos.

Sectores como el automotriz, la industria aeroespacial, la electrónica de consumo y la manufactura de maquinaria especializada podrían verse beneficiados, al tener acceso más estable a insumos clave. Además, la certidumbre comercial entre los dos gigantes permite a México mantener su posición como puente logístico y productivo en la región, sobre todo bajo el marco del T-MEC.

Expertos industriales señalan que el momento es propicio para que México fortalezca su infraestructura, atraiga inversión extranjera y promueva la integración de proveedores nacionales en cadenas de valor de tecnología avanzada.

Fuente: Reuters