A pesar de la volatilidad y los factores externos, el peso acumula un rendimiento positivo, impulsado por expectativas de política monetaria.
El peso mexicano se perfila a cerrar la semana con ganancias acumuladas de 1.25%, a pesar de un escenario de alta volatilidad y la presión de un dólar fortalecido. Este avance se da en medio de un contexto global desafiante para las divisas emergentes y de un mercado que sigue de cerca tanto la situación en Estados Unidos como las expectativas de política monetaria en México.
En las primeras horas del viernes, el peso cotizaba en 20.0122 unidades por dólar, con una depreciación del 1.1% frente al cierre previo de LSEG, cuando se había apreciado un 1.42%. La moneda mexicana había alcanzado el miércoles su nivel más bajo en más de dos años, cotizando hasta 20.8038 por dólar, debido a la volatilidad generada por las elecciones en Estados Unidos y declaraciones del expresidente Donald Trump sobre nuevas políticas migratorias y posibles tarifas arancelarias para el próximo año.
Monex Grupo Financiero explicó que el peso es una de las divisas emergentes que han mostrado depreciación en el contexto de la apreciación global del dólar y la incertidumbre sobre políticas comerciales de Estados Unidos. Según Monex, la perspectiva de una política más proteccionista de Trump mantiene al mercado en cautela, impactando directamente en las divisas de economías emergentes.
Por otra parte, los inversionistas están atentos a la próxima decisión de política monetaria del Banco de México, que se anunciará el próximo jueves, especialmente después de que la Reserva Federal redujera sus tasas de interés en 25 puntos base el día anterior. El mercado espera que cualquier decisión de Banxico fortalezca la estabilidad económica del país, generando expectativas positivas para el peso.
Fuente: Reuters
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