Manufactura ágil

Mar-Abr, 2012  |  Tendencias

Un término de los 90 para soluciones del futuro

El término de manufactura ágil (agile manufacture) surge a finales de la década de los 90, cuando las grandes empresas manufactureras ya habían “solucionado” sus problemas con la calidad y reproducibilidad de los productos. Fue entonces que se enfrentaron al enorme reto de proporcionar mayor flexibilidad en sus procesos de fabricación, con tiempos de producción más cortos y productos y servicios más variados.

La manufactura ágil es el término aplicado a una organización que ha creado los procesos, las herramientas y que ha capacitado a sus integrantes de manera que pueda responder rápidamente a las necesidades del cliente y a los cambios del mercado, sin dejar de controlar los costos y la calidad.

Su implementación implica que, en una misma línea de producción, se pueden manufacturar diferentes productos, con tiempos de set up muy reducidos y sin requerir una inversión adicional de capital fijo.

En México existe un gran número de talleres pequeños, medianos y grandes, que pueden adecuarse para manufacturar lotes de componentes distintos, para clientes diversos, reconvirtiendo las líneas, con cambios rápidos para adaptarse a las condiciones del mercado.

Por ejemplo, un manufacturero que da servicio a la industria aeronáutica, puede tener la capacidad de maniobra para adaptarse y, además de maquilar piezas, puede ensamblar componentes, o atender a otros nichos de mercado, con adaptaciones menores a la línea de producción.

A pesar de que esta forma de manufactura tiene más de una década de ser conocida, aún no es implementada por completo, incluso por aquellas organizaciones a las que realmente podría beneficiar.

A diferencia de la manufactura esbelta (lean manufacturing), que implica una filosofía empresarial, la manufactura ágil se enfoca en la operación del negocio y en los resultados, poniendo un especial énfasis en el control de procesos por computadora, la automatización, la aplicación de software y las soluciones en plataformas web.

Según varios expertos, diversas fuerzas llevan a una manufacturera a integrar sistemas de manufactura ágil:

• La intensificación de la competencia global

• La cooperación de empresas, aún las consideradas competencia

• La necesidad de integrar los requerimientos de los clientes en los productos y servicios otorgados

La interacción de estas fuerzas presiona a las empresas a proporcionar productos con un grado de valor agregado muy alto de manera eficiente.

En este sentido la manufactura ágil propone cinco estrategias que pueden generar una verdadera manufactura flexible:

Asociaciones estratégicas con otras organizaciones: Se trata de acuerdos estratégicos entre dos o más empresas para lograr ventajas competitivas, pudiendo hacer acuerdos para generar aportaciones de capital, desarrollo de nuevos mercados, transferencia de tecnología, mejorar o aumentar los canales de distribución, aprovechar las oportunidades al consolidar la oferta y compartir riesgos, inclusive la posibilidad de mantener el capital individual de los socios al crearse nuevas empresas.

Identificación y definición adecuada del core del negocio: A simple vista pareciera que toda empresa sabe cuál es su actividad principal, sin embargo, es recomendable revisar entre varios miembros de la organización la esencia del negocio, lo cual abre panoramas y permite definir nuevas ventajas competitivas. Una vez que se tiene correctamente establecido lo anterior, es siempre de gran apoyo buscar tecnologías que potencien la visión de la empresa.

Crear interdependencias: Es decir, promover el trabajo en equipo, tanto dentro, como fuera de la organización. La implementación de dinámicas entre departamentos, seminarios anuales, inclusive un blog donde todos puedan compartir, son buenas formas de fomentar el trabajo en equipo y de descubrir las ventajas que se tienen.

Contar con redes y mecanismos de comunicación con clientes y proveedores: Desde la implementación de foros donde se documenten las experiencias obtenidas en cada ciclo productivo, hasta la implementación de sistemas institucionales que permitan una comunicación ágil de la empresa hacia sus proveedores y clientes.

Metas dinámicas: La empresa debe ser flexible en la adecuación de sus metas, es decir, adquirir la capacidad de cumplir con su misión de diferentes maneras; para ello siempre es necesario que se organicen grupos dentro de la empresa donde se generen ideas innovadoras, útiles y creativas.

Con todo lo anterior la empresa debe obtener y mejorar sus capacidades para:

Solucionar y enriquecer las peticiones de los clientes: Proporcionarle al cliente soluciones más que productos.

Manejar el cambio y la incertidumbre: Las capacidades que obtiene la empresa al incorporar la manufactura ágil, le permite encontrar formas de progreso en ambientes constantemente cambiantes, con lo que no sólo se adapta al entorno, sino que también permite identificar oportunidades de crecimiento en un “ambiente hostil”.

Mejorar la relación con el personal, la tecnología y la información: Lo más importante es que la empresa se fundamente en las capacidades de su personal y la información que puede captar; aunque la tecnología es un gran apoyo en el manejo de la misma, la verdadera ventaja está en que el personal la utilice de manera creativa.

Fomentar la cooperación para la competitividad: Clara definición de responsabilidades operativas, lo que dota de una gran agilidad al emprender acciones prontas.

La manufactura ágil no es un check list para llenar, es un enfoque de negocios que requiere de otras prácticas para poder lograr su objetivo: la adecuación de los procesos del negocio y de las infraestructuras que los sustentan.

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