En operaciones de transporte, logística o maquinaria pesada, cada parada no programada representa una pérdida directa de productividad y un aumento en los costos operativos. Muchas flotas todavía programan el mantenimiento únicamente según el kilometraje o un calendario fijo, pero este enfoque puede resultar ineficiente frente a la tecnología y los lubricantes modernos disponibles hoy.
Los aceites lubricantes de nueva generación van más allá de solo reducir la fricción: ayudan a disipar el calor, neutralizan contaminantes, reducen el desgaste y mantienen el motor limpio por más tiempo. Gracias a su estabilidad térmica y resistencia a la oxidación, permiten extender de manera segura los intervalos de drenaje de aceite, reduciendo así el consumo total de lubricante y los tiempos fuera de servicio de las unidades.
Mantenimiento más eficiente y menos paros no programados
Adoptar un enfoque de mantenimiento predictivo es clave para mejorar la rentabilidad de las flotas. Hoy, el análisis del aceite se ha convertido en una herramienta de gestión indispensable que permite conocer el estado real del motor y planificar mantenimientos basados en datos, no en estimaciones.
Mediante el análisis de aceite usado se pueden detectar:
- Oxidación o degradación del lubricante.
- Contaminación con agua, polvo o combustible.
- Presencia de metales que indiquen desgaste prematuro.
Con esta información, es posible lograr que cada unidad opere más kilómetros antes de requerir cambio, sin riesgo y con mayor control de costos.
Reducción en consumo de combustible y costos operativos
Lo que hace a un aceite eficiente es el grado de viscosidad, el cual influye directamente en la eficiencia energética del motor. Elegir una formulación moderna y optimizado permite:
- Reducir la fricción interna del motor.
- Mejorar el rendimiento en arranques en frío.
- Mantener la estabilidad de la película lubricante bajo carga o altas temperaturas.
Rentabilidad que se mide por kilómetro recorrido
El costo por litro de aceite es solo una parte del panorama. Lo verdaderamente importante es el valor que el lubricante aporta a lo largo de su ciclo de uso: más tiempo de operación, menos paros y mayor vida útil del motor.
Seleccionar un aceite lubricante con formulación avanzada, junto con un mantenimiento basado en la condición del lubricante, es una estrategia que se refleja en menos gastos y mayor disponibilidad mecánica.
La elección del aceite lubricante adecuado no debe centrarse en el costo por litro, sino en el valor que aporta por kilómetro recorrido.
Usar aceites certificados, como la ISO 9001:2015 sobre gestión de calidad, es la forma más eficaz de maximizar la rentabilidad en flotas industriales o de transporte. Por ello, te recomendamos contactar expertos en aceites lubricantes.
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